CENTRO AMÉRICA, EL MÁS AFECTADO CON LA POBREZA EXTREMA ENTRE SUS HABITANTES.

La pobreza extrema en Latinoamérica alcanzó en 2017 el nivel máximo de los últimos diez años al afectar a 62 millones de personas, lo que supone un 10,2 % de toda la población, según informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

En su informe «Panorama Social de América Latina 2018″, con datos de diciembre del año anterior, la Cepal dijo que a pesar de la tendencia al alza de la pobreza extrema en los últimos tres años, la proporción de pobres se mantuvo estable al afectar a un total de 184 millones, que supone un total del 30,2 % de la población latinoamericana.

Hay países que han logrado avanzar mucho en pobreza extrema. Casi superándola en el caso de Chile, Uruguay y Argentina», afirmó en declaraciones la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.

Pero matizó que sin duda donde hay que poner mayor atención es en Centroamérica, en especial a México y Honduras, lugares en los que ha aumentado la pobreza extrema con efectos en la inmigración.

Los países que más redujeron la pobreza entre 2015 y 2017, según el documento, fueron Chile, desde el 13,7 al 10,7 %; Argentina, del 21,5 al 18,7 %, El Salvador, desde el 42,6 al 37,8 %, y Paraguay, desde el 23,4 al 21,6 %, mientras aumentó en Brasil, del 18,8 al 19,9 %.

Según el análisis de la Cepal, las mayores reducciones de la pobreza van en paralelo con un aumento de los ingresos laborales de los hogares de menores recursos en Chile, El Salvador y República Dominicana, mientras en Costa Rica, Panamá y Uruguay el principal factor fueron las pensiones y transferencias recibidas por los hogares de menores recursos.

Pero también hay que hacer más para que se incluyan políticas laborales, que es donde hay mayor informalidad», agregó.
En este sentido, el informe destaca que más de la mitad de ocupados en América Latina no cotizan y que en concreto solo un 48,1 % están afiliados a los sistemas de pensiones.

El documento presentado este martes también concluyó que la tasa de actividad laboral de las mujeres es un 24,2 % inferior a la de los hombres.

Las mujeres tienen menos posibilidad de participar en el mercado laboral debido a la alta carga de trabajo doméstico no remunerado. En concreto, el porcentaje de mujeres jóvenes de la región que no estudia y no trabaja es casi el triple que en los hombres, al situarse en un 31,2 % y un 11,5 %, respectivamente», según recoge el informe.

Ante este escenario «transicional, la directora ejecutiva de la Cepal recomendó a los países de la región potenciar el gasto social, fortalecer la protección social e incentivar la inversión pública y privada en materias de desarrollo sostenible.

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